Rooibos y té rojo, mismo color pero diferentes propiedades
Aunque el rooibos y el té rojo proceden de dos plantas y continentes distintos (África y Asia, respectivamente), son muchas las personas que los confunden. Pero eso es porque solo se fijan en el color, ya que su sabor y beneficios para la salud difieren. Te contamos cuáles son las principales propiedades de ambos para que puedas decidir, con base y argumentos, si merece la pena que los añadas a la lista de la compra.
El rooibos: un «té» para toda la familia
En realidad, el rooibos no es un té propiamente dicho, sino una infusión dulce y afrutada con sabor rico e intenso. Se obtiene de las hojas fermentadas del Aspalathus Linearis, una planta de origen sudafricano que pertenece a la familia de las leguminosas.
- No contiene teína, así que no actúa como excitante. Resulta ideal para los niños y, además, también pueden tomarlo las embarazadas y las personas con problemas de hipertensión.
- Posee una alta cantidad de vitamina C y destaca por su poder antioxidante.
- Se utiliza también para combatir el nerviosismo, la intranquilidad e incluso el insomnio. Esto último gracias a su riqueza en magnesio (y a la ausencia de teína, por supuesto).
- Estimula la secreción de jugos gástricos, por lo que es muy útil en digestiones lentas y pesadas.
- Si estás a dieta, su sabor lo convierte en un estupendo aliado para evitar las tentaciones relacionadas con los dulces. A pesar de no contener azúcar, te ayudará a controlar el picoteo.
- Es ideal para deportistas por su alto contenido en minerales: hierro, potasio, zinc…
- Por último, también posee flúor, necesario para endurecer el esmalte dental y evitar las caries.
Té rojo: beneficios y contraindicaciones
El té rojo, procedente de China, se somete a un proceso de fermentación que dura al menos dos años. De hecho, cuanto más tiempo mayor valor comercial alcanza, aunque a partir de esa cifra se considera que ya posee todas sus propiedades.
Propiedades
- Evita la retención de líquidos y elimina toxinas gracias a su acción diurética.
- Depura el hígado, activando su metabolismo y favoreciendo la rápida eliminación de las grasas y el colesterol.
- El poder astringente de sus taninos ayuda controlar la diarrea.
- Al igual que sucedía con el rooibos, es un buen antioxidante, colabora en los procesos digestivos y contiene flúor, con su correspondiente provecho para la dentadura.
Contraindicaciones
- Las personas con tratamientos anticoagulantes; aquejadas de alteraciones cardíacas, insomnio o nerviosismo; o que padecen úlcera gástrica no deben tomar té rojo.
- También resulta conveniente que los hipertensos y las embarazadas lo beban con mucha moderación (o incluso lo eviten). Básicamente porque la teína estimula el sistema nervioso central y aumenta la presión sanguínea.
- Los taninos que ya mencionamos inhiben la absorción del hierro, así que es mejor pasar de largo en caso de anemia.
- Y, para terminar, ten en cuenta que si le añades leche perderá sus propiedades antioxidantes.
Etiquetas: antioxidante, colesterol, detox, dieta, digestivo, diurético, minerales, plantas medicinales, rooibos, té rojo, teína
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