Protección solar: guía rápida para evitar desastres
No llevamos muchos días de verano, pero hemos visto ya tantos despropósitos relacionados con la falta de protección durante la exposición al sol que vamos a revisar unos cuantos conceptos y consejos básicos. ¿Conseguiremos algo? Quién sabe. Al menos, lo habremos intentado.
Factores fundamentales para elegir un fotoprotector
A la hora de escoger un protector solar, debes tener en cuenta:
- Tu fototipo: rubi@ o moren@, no da igual.
- Si has tenido en el pasado algún tipo de reacción alérgica, tanto al sol como a determinados ingredientes habituales en las cremas.
- Que el producto te proteja de las radiaciones UVB y UVA.
- El uso que le vas a dar. No es lo mismo tostarse en la playa en hora punta que salir a pasear al atardecer.
¿Cuál es tu fototipo?
Existen 6 fototipos básicos, determinados por el tono de la piel y la capacidad para broncearse. Como norma general, recuerda que a menor valor, mayor factor de protección necesitarás.
- Fototipo I: Piel muy pálida, blanca-lechosa y con pecas, que se quema siempre y nunca se broncea. Habitual en las personas pelirrojas o de pelo muy rubio y ojos claros.
- Fototipo II: Piel clara, propensa a las quemaduras, que con mucha lentitud consigue adquirir un ligero bronceado. Cabello rubio o castaño y ojos claros.
- Fototipo III: Piel ligeramente morena que se quema ocasionalmente. Siempre logra broncearse, aunque con un tono medio. Pelo de rubio a castaño y ojos verdes, grises, azules o marrones.
- Fototipo IV: Piel morena. Se quema raras veces y siempre se broncea intensamente. Cabello castaño o negro y ojos oscuros.
- Fototipo V: Piel muy morena que no se quema prácticamente nunca y que se broncea rapidísimo, alcanzando un tono muy profundo. Pelo castaño oscuro o negro y ojos oscuros.
- Fototipo VI: Piel de personas de raza negra, que no suele quemarse nunca.
Hay quien considera que, por tener un fototipo alto no necesita usar protección. Se equivoca y mucho. El riesgo a quemarse y padecer enfermedades cutáneas no desaparece por arte de magia.
Factor de Protección Solar (FPS)
En los envases de los fotoprotectores aparece siempre el FPS (en inglés SPF, Sun Protection Factor). Éste mide la protección frente a los rayos UVB, indicando el número de veces que se aumentan tus defensas frente al enrojecimiento previo a la quemadura. Salvo que un producto especifique lo contrario en su etiquetado, la protección para los rayos UVA será 1/3 de esa cifra.
En función de tu fototipo, deberás elegir el nivel más adecuado:
- Bajo: 6 – 10
- Medio: 15 – 25
- Alto: 30 – 50
- Muy alto: 50+
Consejos básicos
Para terminar, da igual que tengas el fotoprotector perfecto si no sigues unas pautas esenciales:
- Utilízalo aunque esté nublado.
- Póntelo 15-30 minutos antes de salir de casa, extendiéndolo sobre la piel seca.
- Echarse enormes cantidades no aumenta el factor de protección, pero es importante que no escatimes y que no te olvides de ninguna zona.
- Renueva la aplicación cada 2 horas. Sobre todo, si estás en la playa o cerca del mar: la arena y el agua reflejan los rayos y aumentan su acción.
- Evita exponerte al sol en exceso entre las 12:00 y las 16:00h.
- En caso de que tu fotoprotector lleve más de un año abierto, debes tener en cuenta que su efectividad se reduce a la mitad. Acuérdate de comprobar la fecha de caducidad para evitar males mayores.
- Bebe a menudo para evitar la deshidratación y procura no estar inmóvil durante demasiado tiempo.
- Algunos medicamentos pueden provocar reacciones a la exposición solar. Si tienes alguna duda, consúltanosla.
Imágenes: Wolfgang Lonien y Mike Monteith
Etiquetas: bronceado, consejos, fototipo, protección solar
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