Convierte tu champú en un tratamiento eficaz con aceites esenciales
En ocasiones, las circunstancias te obligan a abandonar tu champú habitual: el pelo está más seco después de un tinte, lo ves apagado y estropeado tras varios días de playa, se engrasa con mayor facilidad de lo normal, tienes caspa durante una temporada especialmente estresante… Pero, ¿y si pudieses tratar el problema sin cambiar de producto?
Cuando el caso no resulta tan serio como para acudir al dermatólogo, existe la opción de enriquecer el champú con aceites esenciales. Así mantendrás el cabello sano, bonito y cuidado sin coleccionar envases en el baño.
¿Qué son los aceites esenciales?
Los aceites esenciales son sustancias odorantes volátiles presentes en los vegetales: flores, hojas, frutos, cortezas, semillas e incluso raíces. En función de cuál sea su origen, se extraen:
- Destilando.
- Arrastrando con vapor de agua.
- O por presión en frío.
Algunas especies botánicas tienen un escaso rendimiento (se obtiene muy poca cantidad), lo que explica el precio que alcanzan ciertos aceites y la aparición de falsificaciones. ¡Mucho cuidado con ellas!
¿Cuál necesitas?
Como norma general, bastará con añadir 5 gotas por cucharada sopera de champú. En función del problema, deberás elegir el que mejor se adapte a tus necesidades:
Jojoba
La jojoba es una planta autóctona de las regiones desérticas del sudoeste de los Estados Unidos y del noroeste de México. El aceite, una especie de cera líquida, se extrae de su semilla y aporta al cabello hidratación, brillo, flexibilidad y suavidad.
En verano, te resultará muy útil si notas que el pelo empieza a sufrir los efectos de muchas horas de playa y sol. Pero también es recomendable como tratamiento continuado durante todo el año.
Argán
Procede de los frutos de un árbol que crece en las zonas semidesérticas de Marruecos. Debido a su aspecto, fino y dorado, y a sus excepcionales propiedades cosméticas se le llama “oro líquido”.
Aporta suavidad y brillo, pero además nutre excepcionalmente el cabello, por lo que es el ideal si lo tienes muy seco, quebradizo o si acabas de teñirlo.
Limón
Se obtiene de la corteza del limón mediante prensado. Devuelve el brillo y la luminosidad al pelo apagado. Además, combate la caspa y la grasa.
En el caso de la caspa, puedes usar 2 o 3 gotas del aceite puro para friccionar directamente el cuero cabelludo. Acláralo a continuación y prosigue con el lavado.
Lavanda
Se extrae de las flores y resulta muy eficaz contra el cabello graso y la seborrea, ayudando también a frenar la caída que ésta conlleva. Como curiosidad: son necesarios unos 150 kg de flores de lavanda para conseguir un único litro de su aceite esencial.
Árbol del Té
El aceite del árbol de té, originario de Australia, se obtiene de las hojas. Sus usos son múltiples pero a nivel capilar, que es lo que hoy tratamos, destaca por su efecto antiparasitario. Solo o mezclado con aceite de lavanda convierte el champú en un excelente antipiojos. ¡Recuérdalo cuando empiece el cole!
Imágenes: Nomadic Lass, Ken Bosma, mhobl, cmcintyr7779, Donky_Tramp y John Tann
Etiquetas: aceites esenciales, árbol del té, argán, cabello, champú, jojoba, lavanda, limón
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